DIFERENCIA ENTRE INCINERACIÓN Y GASIFICACIÓN

La gasificación de residuos es una tecnología diseñada para obtener un gas de síntesis, "Syngas", es decir, un producto que puede ser empleado para producir combustibles, productos químicos o energía. Puede definirse como un proceso pirolítico optimizado por el que una sustancia sólida o líquida con alto contenido en carbono es transformada en una mezcla combustible gaseosa mediante oxidación parcial con aplicación de calor.

La diferencia entre la incineración y la gasificación radica en la presencia de oxígeno. En la incineración, el proceso es de combustión completa en presencia de oxígeno, mientras que en la gasificación y pirólisis, la reducción se realiza en ausencia o a baja concentración de oxígeno, evitando las emisiones a la atmósfera de CO2.

Simplificando el proceso físico, al someter un combustible de naturaleza compleja a altas temperaturas, en ausencia o con bajas concentraciones de oxígeno, se liberan aquellas sustancias que, ya existiendo o formándose nuevas, son volátiles a estas temperaturas. Finalmente se obtiene un sólido rico en carbono en equilibrio con una mezcla de gases formados por agua, CO2, CO, CH4, C2H6, CH3OH, etc.

El gas obtenido se puede emplear para la producción de energía en procesos de combustión solo o en combinación con gas natural, en calderas comerciales para producir energía térmica, en motores de combustión interna para producir energía eléctrica y térmica, en turbinas de gas en ciclos simples y/o combinados para producir energía eléctrica.

El proceso de gasificación funciona generalmente en un ambiente falto de oxígeno de 20-70 bar de presión (290.075 - 1015.26 PSI). La gasificación se puede utilizar como combustible para generar un gran número de aplicaciones.
Debido a la limitada cantidad de oxígeno que se inyecta en la Biosfera, el sistema cumple y excede con todas las normas de emisiones atmosféricas que regula el Protocolo de Kyoto.